Nuestro viaje en bicicleta desde Berisso a Tres Arroyos te lo queremos contar de una manera diferente: no armamos una guĂa de viaje, ni datos Ăştiles, no te dejamos recomendaciones ni nada de lo que comĂşnmente hacemos.
Hoy queremos contarlo desde nuestros sentimientos más Ăntimos. Ya leĂste algunos de ellos en la nota anterior. En esta segunda etapa, nuevos episodios: el momento más bizarro del camino, el motor de nuestro viaje -conocer lindas personas en el camino-, miedos inevitables, el encuentro con un colega de aventuras y para cerrar el capĂtulo: un instante especial en mi lugar en el mundo.
Sentimiento bizarro del camino –dos policĂas detienen el pedaleo de dos cicloviajeros-.
Aunque usted no lo crea, nuestro plácido pedaleo de 20km/h fue interrumpido por dos policĂas que nos detuvieron en el camino. No estaban parados al costado de la ruta –como acostumbran- frenando autos para realizar un control. No, nos pasaron y se detuvieron exclusivamente a pararnos a nosotros.
Sospechosos detenidos en el camino.Â
“Buen dĂa”
“Hola”
“¿Me permiten sus identificaciones? Por favor”
“¿Los documentos?” –con tono de no entender muy bien qué estaba pasando-
“Huy, ni idea dónde los tengo… creo que acá… ¿vos tenés el tuyo?”
“¿Para qué los necesitan?” – instante mientras los entregábamos-
“Averiguación de antecedentes, rutina.”
Cara de no entender nada mientras los dos policĂas se metieron en la camioneta con nuestros D.N.I. Seguro que pensaban que Ă©ramos traficantes –de algo-, tenĂamos toda la pinta!!!
…
-Luego de aprox. 5 min-. “muy bien, pueden seguir”
“¿Para qué es el control?” –mi tono de ¿qué onda?-
“Es un control que hacemos en toda la zona. Para cuidado de quien circula por acá. Tenemos la obligación de controlar a todas las personas que pasan por Ayacucho” –Con tono de totalmente chamuyo-.
“Ah… ¿y a los autos también los frenan?”
“SĂ, sĂ, a todos”
“Ah.. bueno, hasta luego”
“Hasta luego” Arrancaron su camioneta y siguieron camino.
Continuamos pedaleo pensando cara de quĂ© tipo de traficante nos habrán visto esos policĂas…
Sentimiento hacia lo más lindo de esta vida viajera.
No importa el paisaje, la provincia o paĂs donde pedaleemos, seguimos convencidos que lo más lindo que nos trae este estilo de vida es conocer lindas personas en el camino. Siempre aparece alguien dispuesto a compartir con vos un bello momento. En Tandil conocimos una hermosa familia que nos abriĂł las puertas de su hogar sin ningĂşn tipo de prejuicio, totalmente predispuestos a compartir unos dĂas junto a nosotros y hacernos sentir tan cĂłmodos que no daban ganas de irse.
Â
Con Agus y Alicia
Linda familia! Gracias por tanto!!!
Sentimiento de: siempre habrá alguien que te dará una mano cuando -por algún motivo- no puedas pedalear más.
Pedaleamos, pedaleamos, ponemos todas nuestras fuerzas y seguimos pedaleando. La bici se va -casi sin poderla controlar- hacia el centro de la ruta. La banquina parece estar cada vez más lejos y mi miedo interior parece estar cada vez más cerca.
“Todo bien, amo viajar en bicicleta, pero no voy a poner en riesgo nuestras vidas por el afán de hacer todo en bici”
“No pasa nada, son sólo 15 kilómetros más. Después la ruta dobla y lo tenemos del otro lado”
“Bueno, pero me da miedo, no puedo controlar la bici, se me va sola…”
AvancĂ© lo que pude andando, Nico me llevaba una buena distancia. Luego me bajĂ© y continuĂ© caminando. PreferĂa ir más lento pero no ser atropellada por un auto en el medio de la ruta. Literalmente la bicicleta se me iba al medio de la ruta.
Llegamos a la curva, ahora sĂ podrĂamos avanzar. Mi iluso pensamiento se desvaneciĂł en menos de 1km cuando el velocĂmetro no marcaba más de 4km/h. A ese ritmo Ăbamos a llegar con suerte a las 2am. El viento seguĂa empujando muy fuerte. La bici ya no se nos iba al medio de la ruta sino al medio de los yuyos. Frenamos, el viento nos volteaba –aĂşn frenados-. Nos miramos y Nico me dijo: “o volvemos o hacemos dedo” (habĂamos pedaleamos un poco más de 20km y nos faltaban 60km). A hacer dedo.
Poco tránsito, algunos autos, pocos camiones. No tenĂamos mucha esperanza de ser levantados. Nuestro mal humor era bastante importante. Y testaruda como soy, aunque Nico me diga “ese no, va re cargado”, levantĂ© mi dedo igual y en menos de cinco minutos ya estábamos cĂłmodamente sentados en el asiento de un camiĂłn.
El viento se sentĂa muy fuerte pero ya estábamos refugiados. Gracias a un amable camionero que con un sentimiento de padre se apiadĂł de nosotros –y nuestra lucha-, al medio dĂa ya estábamos sentados disfrutando de un rico almuerzo. Nos recibiĂł una linda familia -amiga de la mia- que nos estaba esperando en Juárez.
Reitero mi frase –muchĂsimas veces repetida- y me convenzo una vez más de que siempre el camino –y sus personas- te darán una mano cuando uno más lo necesite. Â
Juarez, tan cerca y nunca supe que era la capital de algo tan lindo!
Sentimiento hacia una ruta peligrosa –Ruta Nacional N°3-.
Para ir desde La Plata a Tres Arroyos hay dos caminos posibles: hacerlo por la Ruta Nacional N° 3 –donde circulan la mayorĂa de los camiones- o tomar el camino de Tandil –por la Ruta 29 y la 73-. Ésta Ăşltima opciĂłn es un poco más larga pero mucho menos transitada. Fue la elegida. Pero los Ăşltimos 100km sĂ o sĂ hay que agarrar la Ruta N. N°3. Es considerada peligrosa y es muy transitada. Siempre le tuve miedo y ahora no fue la excepciĂłn.
SĂ© que para pedalear en ruta no hay que tener miedo sino respeto y precauciĂłn, pero este sentimiento no lo pude evitar. TratĂ© de relajarme y pensar que todas las rutas son iguales y que no iba a pasar nada, pero esos 100 km no fueron tan agradables. Lo que más miedo me dio no fueron los camiones, sino la cantidad de autos que se tirĂł a pasarlos sin mirar –o respetar- que nosotros venĂamos del otro lado.
Para quienes pedaleen por esta ruta, a tener cuidado ya que es muuuy transitada! Y parece que los autos van jugando carrera!
Si te interesa pedalear o recorrer en auto parte de la Ruta Nacional N° 3 en Argentina, te recomiendo que leas la sĂşper guĂa que escribiĂł Germán, del blog «EncontrĂ© mi lugar». Te va a servir para organizar todos los detalles de tu viaje por la Ruta 3.
Sentimiento compartido con un cicloturista.
El viento seguĂa soplando fuerte, pero bastante más leve que el dĂa anterior. Al menos esta vez sĂ podĂamos avanzar, lento pero podĂamos. Nos esperaban 100 km por delante con viento en contra pero las ganas de ver a mi familia, dormir en mi camita y la posibilidad de disfrutar de la playa eran más fuertes.
“Mirá, ahà viene uno en bici”, dice Nico.
“¿Con alforjas?”
“SĂ, parece cicloturista”
“Frenemos”
La ruta y los autos nos separaban pero ya habĂa comenzado nuestra conversaciĂłn. En seguida -por su tonada- me di cuenta que era brasilero.Â
Nuestro colega se llama Gerson. Es brasilero y se vino unos meses a Argentina a viajar en bicicleta por distintos paisajes, empezando por el Sur.
ÂżPor quĂ© iba en sentido contrario a nosotros? Porque a pesar que su idea era llegar ese mismo dĂa a Tres Arroyos, el viento no lo dejaba en paz.
El dĂa anterior habĂa sufrido el mismo viento en contra que nosotros (tambiĂ©n se vio obligado a hacer dedo), viviĂł una situaciĂłn en la que le habĂan querido robar y no habĂa podido dormir mucho. Su energĂa no era la mejor como para soportar 100km de viento en contra.
Lo invitamos a sumarse a la caravana –Nico, yo y Ă©l-, asĂ lo cubrĂamos un poco y el pedaleo serĂa más fluido. Además le prometimos ducha con agua caliente, comida y cama. Y un plus de un bello atardecer en el mar si el dĂa (siguiente) nos acompañaba.
Lo tentamos y en seguida se sumĂł a nuestro andar.
Y Gerson tomĂł la posta
Mientras el viento nos lo permitiĂł tuvimos una conversaciĂłn muy agradable en portuguĂ©s. DespuĂ©s de un rato se convirtiĂł en “Eh?? Ehh???”; no nos estábamos pudiendo comunicar, no por no entendernos sino por no escucharnos. Fue un camino en el que puteamos bastante, querĂamos que el viento nos diera una tregua. Aprendimos nuevas palabras en ambos idiomas. Nos quedamos sin comida e improvisamos a la brasilera –manĂ crudo + soga texturizada + pan- (a falta de frutas, era lo que habĂa).
Cuando llegamos a Chaves –a 40km de Tres Arroyos-, pensé “ah, ya estamos”. Cuando uno viaja en auto desde La Plata y pasa por este pueblo siempre piensa, ya estamos… En auto en media hora llegás.. en bici y con viento en contra se hacen varias horas más.
Nos fuimos –mejor dicho, se fueron- turnando la posta para aguantar la delantera. Cuando yo iba adelante el velocĂmetro no marcaba más que diez, cuando lo hacĂa alguno de los chicos, sumábamos a 15. ĂŤbamos contra reloj asĂ que se turnaron entre ellos. Y cuando el sol casi se nos estaba escondiendo, llegamos a Tres Arroyos. Los tres muy felices porque sabĂamos lo que nos esperaba.
Llegamosssss!!!
Llegamos!!!
Sentimiento hacia mi lugar en el mundo.
Creo que una persona no tiene un solo lugar en el mundo, sino muchos… o mejor dicho creo que tiene situaciones en el mundo. Es decir, situaciones –fĂsicas, espaciales o emocionales- que a uno lo hacen vibrar y sentirse pleno. Al menos a mi me pasa eso.
Claromecó –todo asà en general- me encanta. Pero hay una situación o momento en el que siento que es mi lugar en el mundo.
ClaromecĂł
Al dĂa siguiente de llegar a Tres Arroyos nos fuimos a ClaromecĂł. Viajamos en auto porque sabĂamos que Ăbamos a tener sĂłlo ese dĂa lindo y no querĂamos “perderlo” en la ruta. Y el universo conspirĂł para generar ese estado en el que siento que es mi lugar en el mundo, y para mostrarle a Gerson lo más lindo de este pueblito.
El viento detenido en el tiempo casi como en una fotografĂa. Temperatura ideal para estar en traje de baño. El sonido de las olas acompaña la escena. La espuma baña mis pies. El sol comienza a descender lentamente pintando el cielo con un rojizo anaranjado. Se esconde en el profundo del mar. Me siento plena. Es acá donde quiero estar.      Â
Mi momento en el mundo
Esperamos que hayan podido compartir un poquito de nuestro sentimientos de nuestra vida viajera! Si te perdiste la primer parte podés leerla acá.
ÂżHas viajado desde Berisso o La Plata hasta Tres Arroyos? ÂżLo has hecho en bicicleta, auto, colectivo? ÂżQuĂ© es lo que más te gusta del camino? ÂżAlguna recomendaciĂłn? Te invitamos a que nos dejes tu experiencia en los comentarios para compartir con otros viajeros. Â
Deja tu comentario