Una vieja amiga me esperaba para conocernos por quinta o sexta vez –no recuerdo bien-. Aunque perfectamente podría decir para conocernos por primera vez. Ella y yo –sobre todo yo, creo- estábamos muy cambiadas. Quizá por eso, por momentos creí que era la primera vez que visitaba Gualeguaychú. En esta nota quiero mostrarte un Gualeguaychú más allá del carnaval.
Gualeguaychú más allá del carnaval
Siempre me encantó. Amigas, camping, calor, joda, playa, agua, alcohol, música, fiesta, bailar, saltar, cantar, carnaval, trajes, colores, diversión, bailar y bailar…! Era la mejor fiesta del año, no nos la podíamos perder! Me encantaba viajar un fin de semana de febrero junto a mis amigas para divertirnos en la capital del carnaval. Varios años seguidos, ahí estábamos, dando el presente.
Nunca imaginamos -ni Gualeguaychú ni yo- que varios años después no iba a visitarla en colectivo sino en bicicleta, que no iba a parar en un camping sino en el cuartel de bomberos, que no iba a ir con amigas sino con mi novio, que ya no iba a estar de vacaciones y de joda sino que iba a estar viviendo viajando, que ya no era más una estudiante universitaria sino una chica que cada día se haya menos con las etiquetas y que aún está en proceso de auto-conocimiento. Pero ahí estábamos dispuestas a conocernos por primera vez.
Tardamos 3 días en pedalear 155 kilómetros hasta llegar. El camino nos la hizo un poquito difícil –pero nos dio recompensas-: nos puso algunos obstáculos en el camino pero nos invitó salvar un pequeño perrito. Nos invitó a pedalear con 36° C, un sol radiante que no paraba de brillar –y sofocarnos- pero nos refrescó con una suave lluviecita advirtiéndonos que nos apuráramos antes de que llegue el chaparrón. Nos dejó pasar la noche en el patio de una casa al costado de un puente y en una estación de servicio. Nos invitó a almorzar y dormir la siesta con aire acondicionado.
Y luego de muchísimo calor llegamos a destino. Por suerte ya teníamos alojamiento: un amigo de Nico nos había hecho contacto con el cuartel de bomberos.
Gracias a todos en el cuartel por recibirnos tan bien!
Caminando por la ciudad
No se podía salir a la calle hasta mínimo las 17hs porque el sol te derretía, estábamos bajo techo con un ventilador al lado para poder respirar. Cuando el sol nos dio un respiro salimos de caminata. Primera parada –obligada- la plaza principal.
Guauu! Qué lindo carrusel, vení mirá!!! –allá fuimos-.
Parte del Carrusel
Me encantó! Era como una gran calecita a la que todo niño se quiere subir. Me acerqué mejor a mirarla ¿Será que los niños de esta ciudad aman venir a esta plaza? ¿Amarán el carrusel, dar una vuelta en él? O ¿Será que están tan acostumbrados a verlo, a andar, que ya no llama su atención?.
Luego de este hallazgo fascinante y de dar una pequeña vuelta a la plaza, nos refugiamos en la sombra de un árbol.
Y cuando el calor nos dejó avanzar, continuamos paseo por la ciudad. Ahí la vi, tan linda, tan llena de colores, tan antigua y tan nueva, tan diferente a ese poquito que ya conocía.
Zafári fotográfico
Todo me gustaba, a todo quería sacarle foto. Nico me miraba con cara de “¿a qué le sacás?”. Es que creía conocerla, pero en ese paseo me di cuenta que no, porque casi todo llamaba mi atención. Y me di cuenta que Gualeguaychú es mucho más que un carnaval y un camping con joda…
Gualeguaychú son murales coloridos que invitan a reflexionar…
Gualeguaychú es salir a respirar aire a la vereda en compañía de un mate
Sacada media de lejos, no quería que me vean
Los gatitos también descansan
Los perros están invitados
Gualeguaychú es su costanera – parte estaba inundada (por la crecida del río).
Pichón de paloma posando para mi
Gualeguaychú son sus calles y edificaciones antiguas que conviven con fachadas más modernas…
Gualeguaychú son árboles coloridos de flores y detenerse a sentirlas…
Gualeguaychú es historia y lucha
Gualeguachú es una ciudad que dejamos atrás en el camino y de la cual nos llevamos muy lindos recuerdos…
Nos despedimos de Argentina para continuar pedaleo por Uruguay. Pero eso te lo contamos en la próxima nota: costa de Uruguay en bicicleta.
¿Conocés Gualeguaychú más allá del carnaval? ¿Tuviste la oportunidad de recorrerla? ¿Qué parte de gusta más? Te invitamos a dejarnos tu comentario y compartir con otros lectores tus experiencias.
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